La alta cocina y la sabiduría de un paladar gourmet representado por chefs multiestrellados, a través de una cata a ciegas, elegirán entre una preselección de 12 aceites con una puntuación superior a 90/100 seleccionados en la edición 2022/2023, el aceite que ganará este prestigioso premio.
Enrico Cerea, Chicco para los amigos y admiradores
Es hijo de cocineros y, desde niño, un seguidor curioso y ferviente de la actividad paterna en el restaurante Da Vittorio de Bérgamo y, luego, en Brusaporto (nueva sede desde el 28 de mayo de 2005). Allí, toda la familia Cerea, con los padres Vittorio y Bruna y el resto de hijos, Francesco, Barbara, Roberto y Rossella, está al servicio de los amantes de la buena mesa.
Si bien es muy joven, ya trabaja dominando sus recursos con gran sabiduría y elegancia, haciendo gala de una gran profesionalidad y seguridad. Siguiendo las indicaciones de su padre, un maestro, ha madurado rápidamente en su profesión y ahora colabora con Vittorio en la gestión del restaurante.
Apasionado y entusiasta, durante años ha pasado las vacaciones y su tiempo libre en restaurantes de Europa y Estados Unidos. Si bien investiga con atención el trabajo de otros a todos los niveles, se centra en especial en la actividad y el genio de los «maestros» de su profesión (Jacques Cagna en París; Roger Vergé en la Costa Azul; Maccioni, de Le Cinque, en Nueva York; Heinz Winkler en Mónaco; El Bulli en Rosas; Jean-Georges Vongerichten en Nueva York), cuya sabiduría ha destilado para sonsacarles sus «secretos».
Pero la verdadera –y casi secreta– pasión de Chicco siempre han sido los postres. Objeto de elaboraciones emocionantes y de furores ocultos, el postre siempre ha representado para él un compromiso íntimo, puntual y estimulante. Y las 36 recetas de postres que dan vida a su libro «Peccati di gola» son un ejemplo dulcísimo de esta búsqueda apasionada.
Roberto Cerea, Bobo para los amigos.
Es hijo de cocineros y, desde niño, seguidor de la actividad paterna en el restaurante Da Vittorio de Bérgamo. En él, toda la familia Cerea, con los padres Vittorio y Bruna y el resto de hijos, Francesco, Barbara, Roberto y Rossella, está al servicio de los amantes de la buena mesa.
Si bien es muy joven, ya trabaja con pasión y profesionalidad siguiendo las indicaciones del padre, un maestro, y aprendiendo rápidamente las técnicas y los fundamentos de la cocina de alta calidad.
Cursó estudios en la escuela Richemont de Lucerna y en la École Lenôtre de París.
Realizó unas prácticas en el restaurante Troisgros en Roane y en el de Roger Vergé en la Costa Azul.
Participó en el festival de cocina italiana del hotel Mandarin Oriental de Bangkok.
Pero la verdadera pasión de Bobo son los primeros platos, que siempre han sido objeto de tentadoras variaciones de sabor.
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